El fin del invierno
Lectura
14
En tiempos remotos, siempre era invierno en
el país de los indios Wabanaki. Las noches eran gélidas, los días nublados,
hacía mucho viento y apenas se veía un rayo de sol. No dejaba de nevar ni un
momento y la nieve impedía que los indios pudieran llegar hasta los territorios
donde cazaban. El Gran Jefe Gluskap, consciente de que su pueblo moriría si
persistía el frío, partió a la búsqueda del rey Invierno o Rey de los Hielos.
En lo más recóndito del bosque, Gluskap halló
la tienda de Invierno. El Rey de los Hielos vestía un abrigo de escarcha con
carámbanos que hacían de
flecos.
–¡Invierno, canalla! –le gritó–. ¡Aparta tu
mano de mi pueblo o yo mismo me encargaré de ti!
–Entra en mi tienda y hablaremos de ese
asunto –le contestó, soltando una carcajada.
Gluskap ocupó el lugar reservado a los
huéspedes de honor. Entonces, Invierno le pasó una pipa y empezó a contar
relatos. Pero mientras contaba sus
maravillosos relatos, sus criados
Adormecimiento y Congelación hechizaron a Gluskap, quien quedó profundamente
dormido.
Gluskap durmió durante seis meses, pero
finalmente el hechizo perdió su efectividad y despertó. Lleno de rabia por
haberse dejado engañar corrió a la cabaña de un gigante y le preguntó cómo
podría acabar
con Invierno.
–Solo hay una posibilidad –le contestó–. Muy
al sur vive la reina Verano. De ella se cuenta que es tan fuerte como Invierno.
Y el Rey de los Hielos le tiene
un miedo atroz. Quizá puedas encontrarla.
Gluskap montó sobre una ballena y emprendió
su viaje hacia el Sur. El animal nadó y nadó, y cada día que pasaba, el agua
era más caliente, y el aire empezó a traer aromas de especias y de flores.
Después, Gluskap continuó su marcha a pie y llegó a un naranjal en el que había
unas bellas muchachas danzando. En medio de ellas se encontraba la más bonita
de todas. Sonreía, y sobre su larga cabellera llevaba una corona de flores.
Gluskap supo enseguida
que esa era la reina Verano.
–Ven conmigo a las tierras del Norte –dijo
Gluskap–.
Ayúdame a vencer al rey Invierno.
–Iré –contestó ella–, pero por poco tiempo.
Este país también se enfriaría y se entristecería sin mí.
Se pusieron en camino hacia el Norte, y a su
paso las nieves se fundían y desaparecían los hielos.
Pronto llegaron al país de Gluskap y se
dirigieron hacia la cabaña del rey Invierno. La Reina era invisible a los ojos
del Rey de los Hielos, que salió a saludar a Gluskap.
Invierno, deseoso de volver a engañar a
Gluskap, le invitó a entrar en su cabaña. Pero apenas se habían sentado, empezó
a notar que su abrigo de escarcha empezaba a derretirse. Llamó a sus criados,
pero estos no respondieron. Luego oyó cómo el agua chapoteaba sobre las piedras
formando cientos de arroyos.
Y oyó cantar a un pájaro y brotar las yemas
de los árboles. Lleno de rabia, se levantó de un brinco.
–¿Qué clase de hechizo es este? –exclamó
furioso, notando que se le derretía su corona de hielo y que el agua le corría
por las mejillas. Gluskap se puso a
un lado sonriendo y le enseñó el Sol.
Invierno se dio cuenta entonces de que había
perdido todo su poder y se echó a llorar. La reina Verano se entristeció y
dijo:
–No quiero que muera este anciano. ¿No hay
manera de salvarle sin que tu pueblo corra peligro?
–Se me ocurre una solución –dijo Gluskap–.
Invierno, vas a trasladarte enseguida al Extremo Norte. Allí podrás mandar
durante todo el año. Al final del otoño, sin embargo, podrás venir a visitarnos
y quedarte aquí durante meses. Pasado ese tiempo, vendrá la reina Verano de las
tierras del Sur, y de nuevo traerá la luz y los rayos de calor que tanto
anhelamos.
Y desde entonces, el rey Invierno y la reina
Verano se turnan para regir el país de los Wabanaki.
FREDERIK HETMANN
Historias
de Pieles Rojas (Adaptación)
1. Contesta.
• ¿Quién hechizó al Gran Jefe Gluskap?
• ¿De qué estaba hecha la corona del Rey de los Hielos?
• ¿Dónde vivía la reina Verano?
• ¿Sobre qué animal viajó el Gran Jefe Gluskap?
2. Reflexiona y responde.
• ¿Por qué crees que Gluskap ocupó el lugar reservado a
los huéspedes de honor en la tienda del Rey de los Hielos?
• ¿Por qué crees que los sirvientes del Rey de los Hielos
se llamaban Congelación y Adormecimiento?
• ¿Por qué dos motivos volvió la reina Verano al Sur?
3. Sustituye cada expresión por un solo adjetivo.
• Lleno de furia: furioso
• Lleno de codicia
• Lleno de rabia
• Lleno de dicha
• Lleno de bondad
• Lleno de nervios
4. Escribe seis
oraciones en las que aparezcan los adjetivos que has formado.
Ej: El rey Invierno se levantó furioso.
SINÓNIMOS
5. Relaciona los verbos que significan lo mismo.
1) • vigilar a))
• anhelar
2) • saltar b)
• alternar
3) • desear c)
• acechar
4) • turnar d)
• brincar